Descripción
Nos preparamos académicamente desde la más tierna infancia, al inicio en las primeras etapas de la enseñanza, y así vamos obteniendo conocimiento que tendrá que ver con nuestro desarrollo profesional, la carrera o profesión que elegimos seguir y de la cual viviremos gran parte de nuestra vida activa. Esto no nos enseña a manejar las emociones, ya sea propias o ajenas, tampoco el trato con otras personas y aún menos, en la forma de entender y de sentir de los demás.